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Ingresos destruidos: si una persona gana más de $75.000 está en el 20% más “rico” de la Argentina

Apenas $75.000 alcanzan para una canasta básica para un grupo familiar. Esa es la línea divisoria de una persona para “entrar” al 20% con mayores ingresos en la sociedad argentina. De hecho, si alguien gana más de $51.594, gana más que la media en el país.

Los datos surgen del informe Evolución de la distribución del ingreso  del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para el tercer trimestre de 2021. Se toma en cuenta el ingreso individual de la población de 31 aglomerados urbanos. Dentro de ese grupo de alrededor de 29 millones de personas, la población sin ingresos alcanza al 40%.

Dentro de los que sí tienen ingresos, que son alrededor del 60% de los encuestados, el 76,5% de lo que reciben es por fuente laboral y el 23,5% por fuente no laboral, es decir, jubilaciones y pensiones, alquileres, cuotas de alimentos o ayuda en dinero de otros hogares, subsidios o ayuda social del Gobierno.

En ese sentido, el ingreso medio de no asalariados fue de $42.637 y el ingreso medio de los asalariados, de $50.849. Más información: los que ganan “en blanco” ganaron, en promedio, $62.038. Los que trabajan en la informalidad, $27.301.

El Indec divide la información en “deciles” o 10 grupos iguales. Así, hay un rango muy amplio dentro de las categorías más bajas y las más altas. En la base, es decir, en el 10% más pobre, las personas tienen ingresos por menos de $12.000.

En los tres deciles más altos hay ingresos por al menos $60.000, un monto que no llega a cubrir una Canasta Básica Total para una familia, que según los últimos datos del Indec se ubicó casi en los $74.000, y que no llega a dos salarios mínimos.

De ese modo, el 30% más “rico” gana más de $60.000; el 20%, más de $75.000 y el 10%, más de $100.000.

Además, entre el primer decil y el décimo (entre el grupo más pobre y el más rico) hay una diferencia muy grande. Las familias que más ingresos tienen ganan 15 veces más que los que menos tienen, si se lo prorratea entre todos los integrantes del hogar (ingreso per cápita).

La brecha de ingresos entre las personas es cada vez mayor, pero también se acrecenta la brecha entre lo que las familias perciben y lo que necesitan para subsistir. Según el Indec, una familia tipo conformada por dos adultos y dos chicos necesitó en noviembre casi $74.000 para evitar caer en la pobreza y más de $31.700 para superar la línea de indigencia.

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